Selly lleva el agua salada en las venas, así que cuando su padre la abandona en el puerto de Kirkpool, no tiene intención de pasar el invierno en casa mientras él zarpa en busca de aventuras. Pero sus planes de seguirlo se ven frustrados cuando un apuesto desconocido con reveladoras marcas de mago en el brazo se apodera de su barco. Se trata del príncipe Leander de Alinor, quien necesita cruzar el mar Medialuna sin ser detectado para poder completar un ritual en las sagradas Islas de los Dioses. Selly no tiene ningún interés en escoltar a un príncipe mimado, y tampoco tiene tiempo para sus exigencias o su buena apariencia. Pero lo que empieza como una travesía recreativa, pronto terminará en actos de traición y de puro terror en alta mar, lo cual llevará a dos países al borde de la guerra, a dos extraños a estar más unidos de lo que jamás hubieran imaginado y a dos peligrosos dioses a despertarse tras siglos de letargo.