Pack especial que incluye los títulos Merry checker y Vecinos distantes con dos marcapáginas de regalo

Título original: Merry Checker, Sangen tonari no tooi hito

Traductora: Ana María Caro
ISBN: 978-84-18739-65-1
Formato: 12,8 x 18,2 cm
Páginas: 176 + 168

Vecinos distantes
Sinopsis: Desde niño, Mitsuya ha vivido en la sombra de su prodigioso hermano mayor Toshimitsu, a quien siente que jamás podrá igualar. Para colmo, se enamora de Noboru, el mejor amigo de Toshimitsu, un chico tres años mayor y que reside tres puertas más allá de la suya. En un arrebato desesperado, se declara y besa al objeto de sus deseos, aunque sólo consigue herirlo y perder su confianza.



Diez años después, Mitsuya es un oficinista que se acaba de trasladar a una nueva ciudad y sabe desenvolverse a la perfección en el mundo adulto. Sin embargo, por muchas relaciones en las que se embarca, no logra olvidar su primer desengaño amoroso. Pero el destino es caprichoso y le tiene preparada una sorpresa: resulta que su vecino de tres puertas más allá… ¡no es otro que el mismísimo Noboru! ¿Qué les deparará ese reencuentro? ¿Conseguirán corregir los errores del pasado y reparar su relación?

Merry checker
Sinopsis: De día, Shiomi es un oficinista cualquiera. De noche, se convierte en Shio, un sarcástico bloguero que lleva un diario online con miles de visitas. Aparte de eso, vive una vida solitaria, perfecta para un gruñón como él. Prefiere quedar con sus amigotes de Internet a las fiestas de solteros que organizan en su empresa.



Todo cambia cuando en una de las quedadas conoce a Miya-tan, el personaje de moda por el que suspira media blogosfera. Shio y sus colegas se sorprenden al descubrir que Miya no es la atolondrada y adorable joven que habían imaginado, sino un hombre de casi dos metros. Dos metros de paz, amor y buenos sentimientos. Esa noche, Shio acaba durmiendo en casa de Miya. Lo que no sabe es que su nuevo amigo lleva años leyendo su diario y lo que siente por él es, quizá, algo más que admiración. Para su sorpresa, a Shio no le desagrada demasiado darse cuenta de ello… ¿Podrá quitarse al fin el disfraz de cascarrabias?